Qué pasa si no tengo dinero para pagar un funeral?
Es la pregunta más común que se hacen las personas que están considerando prepararse para la muerte. Y créenos: no quieres saber la respuesta.
Lo único inventado de estas historias son los nombres.
Estas personas no pensaban
“gastar plata en la muerte”
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¿Cuánto cuesta un plan funerario?
Cotizar un plan depende en gran medida de
tus necesidades específicas, tales como el
número de miembros de tu familia, sus edades,
el lugar en el que residen y si alguien podría
llegar a requerir una repatriación.
Es por eso que no damos precios a la ligera.
Puedes agenda una llamada con nosotros
para brindarte toda la información
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NO garantizamos un servicio infalible
Quisiéramos decirte que todo va a salir perfecto pero seamos honestos: a una persona que le duele la partida de su mamá con toda la razón del mundo cualquier error mínimo le va a doler, mucho.
Sabemos de duelo y entendemos que esto es natural. Y nosotros somos humanos. Podemos llegar a cometer errores.
Lo que si te garantizamos es que vamos a dejar todo en la cancha para que eso no suceda, y que esa despedida sea lo más memorable y serena como esté en nuestras manos brindarla.
Si requiere algo infalible, no somos tu elección.
Esto podría ser un muro memorial.
Son las excusas de aquellos que NO son nuestros clientes
“¡Toco madera! De eso no se habla.”
“Eso es llamar la muerte. Mejor ni lo pienso.”
“Yo no tengo tiempo para pensar en eso.”
“Eso déjeselo a los viejitos.”
“Cuando me muera, que hagan lo que quieran conmigo.”
“Ay no, que mamera. Eso me deprime.”
“Yo vivo el presente, lo demás Dios verá.”
“Si me toca, me tocó. Pero no voy a hablar de eso.”
¿Muerte? Yo no me pienso morir.
A mi que me echen a un rio.
No pienso gastar plata en funerarias.
Ma, no se preocupe.No me va a pasar nada.
Si me muero por allá, que me dejen por allá.
Pues que se encarguen los demás. Total, ya voy a estar muerto.
Yo me gasto esa plata en vida, y luego ya veremos.
“Eso lo arreglan mis hijos después.”
“¿Prepararme pa´ morirme? ¡Qué susto!”
“No tengo con que, ni quiero gastar en eso.”
“¿Funeraria? ¿Para que si uno no lo va a disfrutar?”
“Que me cremen y ya. Fácil.”
“Total, uno ya ni se entera.”
“Eso lo decide mi familia cuando pase”
“Eso es puro negocio. No caigo en eso.”
A nadie le gusta hablar de esto.
Pero alguien tarde que temprano se va a tener que encargar.